Altísimo, ser magnánimo y poderoso,
no me dejes caer en la locura,
dame fuerzas en medio del silencio,
y en el valle sombrío y de muerte
levántame con la brisa del horizonte.
Es mi deseo dejar el camino, detenerme,
no sabes con cuánto fervor lo deseo,
en las noches mis lágrimas ruedan,
se secan en mis mejillas, dejan de existir.
Dios, si me escuchas en el paraíso
regálame versos que llenen mi interior,
puesto que no veo más que el vacío
la soledad y las llamas que queman mi cuerpo.
Apiádate Señor de este humilde poeta,
cuyos versos han sido de aliento en desierto
permíteme vivir la paz, en medio de esta tormenta
renueva mis manos y así podré escribir.
Renueva mi mente, y mi espíritu
no me dejes llegar al silencio
que no perturben mis sueños las sombras,
ni recaiga sobre mi frente la maldad.
Hazme instrumento en tiempo de guerra,
para amansar multitudes con versos,
que mis palabras no se vayan con el viento
y que salgan de mí los deseos insanos.
Permíteme ser apoyo para otros,
dar consuelo en la necesidad,
déjame sonreír un día más,
déjame ser ejemplo en los demás.
JUAN RUIZ
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