lunes, 10 de noviembre de 2014

COSAS QUE A NADIE NUNCA LE IMPORTARÁN

un anochecer baldío, lleno de sombras,
taciturno, sin miedo,
eso a nadie nunca le importará,
una sonrisa leve, un coqueteo frecuente
la felicidad en trozos, pequeños,
eso a nadie nunca le importará.
A fin de cuentas nos espera el mismo destino
¿por qué habría de importarnos la vida?
juguemos a vivir, porque la vida no es nada serio,
que esto, que lo otro, que aquello,
pero a nadie le importa nada,
ni esto, ni lo otro, ni aquello.
Cosas que a nadie nunca le importaran.
una abrazo porque sí,
acurrucarse bao el cuello del amor,
solo para sentir el impulso momentáneo,
¡a quién carajos le ha de importar eso!
si lloras, estás lastimado, y al final,
caes en la tentación del olvido,
no importas, porque al fin no eres nadie,
porque a nadie le interesa nadie.
si truena, si llueve o relampaguea,
que se laven las calles, como se lava la ropa,
y que se vayan las penas, y la poca importancia,
porque a fin de cuentas, nada más importa.
importemos o no, siempre estamos,
por algo estamos, aunque a nadie le importe,
nuestra vida es sólo un asunto sencillo,
la vida es simplemente:
la reunión de cosas que a nadie nunca le importarán.
NAYETH DALÍ

LAS PERSONAS QUE SE OLVIDAN

Existen personas que se olvidan, y hay personas que jamás se irán.

Los vestigios de la muerte,
hoy han causado sus estragos,
almas inocentes, almas puras,
y almas tardías, almas adultas,
la muerte y sus vestigios
hoy, han besado la tierra,
nos han empapado con luto,
y han vestido nuestro día con oscuridad.
La tristeza ya no se ve desde lejos,
viene a tocar nuestro hombro hoy,
adornada con flores y coronas,
con tumbas y féretros inertes.
A esa niña que nunca veremos crecer,
a ese hombre que jamás veremos sonreír,
los vemos acompañados por el Altísimo
y por su infinita gloria;
hoy lloramos, mañana reiremos,
sabiendo que nos miran desde el cielo.
Los vestigios de la muerte,
han recorrido un camino largo,
pero a fin de cuentas,
sus manos vacías quedaron,
un ángel que ahora acompaña a Dios,
que es feliz jugando en el Edén,
que camina, que sueña, que sonríe,
que combina la inocencia y la pureza.
un guardián que murió en tierra siendo carne,
y que con alas de ángel respaldará al cielo,
envejecerá su rostro, pero jamás su alma,
dejará a un lado la pena, solo habrá felicidad.
Los vestigios de la muerte,
ahora se visten de blanco,
son solo una mentira,
vestida con piel de santo.
Nayeth Dalí

MI GUITARRA Y MI CANCIÓN

ya no hace frío, todo da lo mismo,
ya nadie viene solo vivo hoy,
el invierno me ha tomado,
y el frío congela mis huesos.
Pero ahora estoy aquí,
con mi guitarra y mi canción
hoy muero de frío, hoy muero de frío,
ya mi alma se rompió.
veo pasar los grandes coches,
cargados de ángeles y héroes,
por las grandes avenidas, por la bóveda celestial.
y canto, a grandes voces canto,
nadie escucha mis quejidos,
los lamentos de un alma en pena,
el invierno y sus demonios han vuelto a vivir,
y canto, canto como nunca,
canto como un ave,
canto como Orfeo y su lira,
pero sigo, sigo vivo aquí
entre esta sucia y enorme ciudad,
con mi guitarra y mi canción
mi alma desafinada, entre los gritos,
y los acordes turbios de mis cuerdas,
ya no hace frío, ya mi vida no siente
porque ha cantado a coro su última canción,
y clama a gritos por mi espíritu
porque mi cuerpo ya lo he perdido,
y mi alma sube, con su guitarra en brazos,
ahora son su guitarra y su canción,
porque la supuesta voz infinita de este cuerpo,
tirada y muerta en la calle abandonó.
NAYETH DALÍ

Verte llover

Podríamos compartir una gota de lluvia,
ahora que la tarde está tan fría,
sentir tu rostro empapado,
tus mojados labios de cristal,
podría ver tus ojos y tus perlas blancas
mientras el cielo llora de felicidad,
recorrer en bicicleta los suburbios,
tomarnos de la mano sin importar el tráfico,
que la lluvia arrastre a la gente a las alcantarillas
y quedemos sólo tu y yo, y el cielo gris.

Compartamos la melodía del diluvio,
acompañada de mi guitarra y mi canción,
quisiera besarte tan pronto la lluvia comience a empaparnos,
o por qué no, besarte apenas empiece a llover,
acariciar tu pelo embadurnado con agua,
y perderme infinitamente en el parpadeo,
de los charcos que reflejan nuestro amor.

Que los perros ladren a los truenos que pasan,
esos mismos truenos que nos saludan,
que nos ven besándonos, se sonrojan y se van.
Te veo al natural, y al natural te siento,
te ves tan natural como la lluvia,
te siento tan natural como ella misma,
y te amo tan naturalmente,
como cuando naturalmente me enamoras a diario.
La lluvia te enamora, eso lo sé,
quisiera ser lluvia y poder lloverte a diario,
y verte empapada al natural como me gustas.

A Ella

Nayeth Dalí

EL LIBRO QUE CIERRO

Hoy decido cerrar un libro que alguna vez quise escribir,
no tan sólo con palabras, sino con dedicación y con amor,
no quiero volver a abrir sus páginas, ni volver a una simple frustración,
el amor es una cuestión de dos, no un simple objeto individual,
porque el amor es como el saber, si no se pone en práctica, no puede perfeccionarse, y esto es sencillamente lo que sucedió con el libro, traté de entender sus posturas, traté de poner mucho de mi parte para que funcionara, para que su cohesión y coherencia no se perdieran en la nada, pero mis esfuerzos fueron en vano.
Hoy decido cerrar el único libro en mi vida que me hubiera gustado leer hasta el final, porque no era una simple historia, no era solo un momento, pudo cambiar vidas, alterar mi futuro, que aunque para bien o para mal, no me hubiera dejado con un vacío, ese vacío de no cumplir todos tus sueños, porque al fin y al cabo esa es la realidad, no todos tu sueños se cumplen, por algo será.
Alternaré mi vida ahora entre la reconstrucción, y el vago intento por escribir un nuevo libro, que a decir verdad, se quedará solo en eso, un simple y vago intento, la reconstrucción de mi vida será un tanto más sensata, comenzaré por una recalibración cognitiva, que terminará más adelante en una cefálea migrañosa, el resto ya veremos.
no me queda sino concluir que mi vida no se acaba, que aunque las paginas de ese libro se cierren, la historia de mi vida aun esta en proceso, será doloroso olvidar aquel libro que tanta paz trajo a mi interior, que motivo a mi espíritu a la poesía, el mismo libro que vería mi vida con diferentes ojos, pero repito, mi vida está en proceso, vendrán alegría y triunfos, metas cumplidas, sueños alcanzados, y, la verdad, solo espero que ese libro caiga en mejores manos, las manos de alguien que termine de escribirlo, esas manos que lo perfeccionen a tal punto de alcanzar su lado sublime.
NOTA:
19 de octubre, un día lluvioso, tal y como está mi corazón en el mismo instante en el que escribo estas lineas, tal y como la primera vez que el libro que tanto amé desapareció de mi vista, tal y como los instantes en los que me gustaba abrir sus páginas y llenarlas con mis secretos....
sólo me queda decir que aquel que lea sus páginas conocerá la verdadera razón de mi poesía, y que si de alguna u otra forma pudiese alguien dotarle con estas lineas, conocerá el verdadero propósito de mi sensibilidad.
" no tengo título para estas lineas, porque el vacío es tan grande que absorbió mis ideas"
JUAN RUIZ

¿COMO DEBE DE SER LA MUERTE?

A veces me pregunto: ¿como debe de ser la muerte?, ya lo sé, soy muy joven para pensar en ese tipo de cosas, pero, ¿no es mejor hacerlo ahora para estar preparado ante lo inevitable?
La muerte debe de ser como una cita a ciegas con el destino, una cena con el frío de la oscuridad eterna, tal vez una gala de espíritus errantes y vagabundos que no han encontrado su lugar, las pláticas de poesías olvidadas y el recuerdo de los poetas muertos, la muerte en sí misma debe de ser como el recuerdo de toda una vida llena de placeres y gustos, de provechos, de alegrías, de regocijo, no de penas, nada de tristeza, porque al fin y al cabo al otro lado (según creencias) no podemos disfrutar de las mismas tentaciones terrenales, ¿por qué no aprovechar?
La muerte debe de ser una balada intensa, que recorre tu espina dorsal, que se adueña de tu mente, te hace ver las cosas con diferentes ojos, ese ritmo que te hace bailar, sin sonido, sin luz, sin compañía, simplemente ese deseo de mover tus huesos y sentirte vivo, porque cuando mueres te debes sentir más vivo, ya no hay dolor, ya no hay sentimientos, no hay heridas, no hay tristeza, ni tampoco compasión, morirse debe ser la música que acompaña un camino infinito, la sinfonía intensa del más allá.
Morirse debe de ser como acostarse y descansar, descansar del mundo y sus quejas, de los que nos rodean y sus penurias, de los vándalos y sus amenazas, del ruido de las bocas que nos callan y que nos hablan, morirse, acostarse, conciliar un sueño más tranquilo que el nocturno, ¿por qué no intentar descansar para siempre?
Algunos dicen que la muerte es fría, pero, ¿acaso el alma siente frío? es más, ¿acaso el alma siente?, cuando está encerrada en un cuerpo, el alma es solo una victima de la vulnerabilidad de los sentidos, morirse debe de ser como levitar, debe ser un éxtasis esporádico, ves cosas que nunca pasaron por tu cabeza, y sientes un batir de alas tremendo, tu alma se llena de alas, la muerte llena de alas a tu alma, ¿por qué tener miedo de morir?
Decaer, llorar, despedirse, el adiós es para los cuerpos, no para las almas, un hasta luego sirve, el cuerpo cae, se pudre, desaparece, el alma encuentra en la muerte su resurrección, se limpia, olvida lo que fue y emprende una nueva huida.
En varias ocasiones, la muerte puede ser dolorosa, un disparo, una herida mal curada, un cáncer, pero aceleramos el proceso de descanso que implica el deceso, ¿que no es eso lo mejor? que la muerte sea rápida y si es dolorosa mucho mejor, porque sabremos realmente lo que es el no sentir cuando estemos del otro lado. La carne se pierde, la muerte se lleva mientras tanto al alma en sus manos y como en un parque de diversiones, la lleva a conocer el universo que como hombres no podemos descubrir, eso debe ser la muerte.
¿como debe de ser la muerte? la muerte es de por sí, un abstracto categorizado por las malas lenguas como un subliminal, como un miedo más, le tememos a la muerte porque debe ser como el amor, pero no es así, al amor le faltan alas, el amor contemporáneo ya no es de dos, no se siente el éxtasis verdadero, en tanto que la muerte fiel compañera, toma tu mano, y es tan segura y siempre dispuesta que no cesa de esperar;
no puedo decir que no le temo a la muerte, porque como cualquier mortal, me he encaprichado tanto con lo que palpan mis sentidos que la pena me agobia en el hecho de pensar en lo que será de aquello que idolatré en la tierra.
Lo mismo sucede recíprocamente, tal vez alguien me idolatre, me ame más que a su vida, pero errar es de humanos, ¿porque queremos a la vida sí termina siendo tan corta? ¿por qué queremos a humanos cuya vida es más corta que la vida en sí misma? la vida podríamos tomarla como el miedo más grande de todos, porque a fin de cuentas es un chiste cruel y corto, que viene, nos ilusiona y luego nos quita todo.
No quisiera dar final a este escrito, para no darle gusto a la vida, sin embargo sigo siendo humano, un poeta, que si se le diera a escoger una corta vida con cientos de cosas por descubrir, o una muerte sin remordimientos y penas, sin sentido alguno, escogería la vida, porque, repito, sigo siendo humano, esa carne ansiosa por descubrir las sensaciones que el tiempo fugaz depara en nuestro camino.
JUAN RUIZ

Me gustaría saberlo

En la dulzura de la noche, En lo incierto del futuro En el sinsabor del día En la ausencia de felicidad, Toma mi mano de repente Esta auster...