lunes, 9 de septiembre de 2013

TARDE

Abrí la ventana de mi habitación una tarde,
una tarde de sollozos y crueles lamentos, una tarde, una tarde insignificante y cruel, luego noche, una tarde que se torno infame e hilarante.
La oscuridad acabó con la tarde y de nuevo sollozos y lamentos, en la noche luego de una tarde cruel y despiadada, la noche una noche que se torno estúpida e hilarante.
Vi el gris color del cielo una tarde una tarde de sollozos y lamentos, una sencilla tarde que sin dudarlo dos veces se mantuvo cruel en mi vista una tarde bastarda, sin temores, insignificante.
Una tarde te pensé como nunca, y llegó la noche y al dormir, desperté en el infinito de una tarde gris una tarde en la que eras la actriz principal la actriz en una tarde cruel e hilarante...
Juan Ruiz

Nada más

Un amanecer, agonizante, sin calma alguna con oídos sordos en la mañana despierta, casi es la nada al anochecer, solo niebla nada mas.
Cuesta trabajo reconocer, al menos poderlo decir que mi nuevo corazón ha ido tras de ti, lleno de emoción antes vagabundo, un errante nada mas.
Miro al cielo, estas tú, y en mi mente allí estas en la noche tu recuerdo, en el día tu calor pero miro en mi interior, soledad y nada más.
cada instante, cada instante veo pasar a la gente con su orgullo, a los novios veo besar, y me veo aquí tan solo, con mi vida nada más.
y me acuerdo de tu sonrisa, de tu suave caminar y hay luz entre la sombra de mis noches todo es felicidad y nada más.
Dejo atrás mis desventuras, mis equivocaciones las preocupaciones, las infamias, el tiempo y en mi mente, solo tú, solo tú y nada mas.
Juan Ruiz

ODA A LA LUNA

Bella, siendo noche, bella infinitamente la oscuridad nocturna en la noche las estrellas adornando tu hermoso cabello y un tatuaje sobre tu hombro izquierdo. Bella cual náyade de agua dulce inmersa en el color azabache de la noche, tu sonrisa cual constelación errante en el universo y tus ojos, como dos agujeros negros vertientes, vertientes de dulzura y amor. Luna, luna infinita, en escala de grises de plateados, y a blanco y negro tu hermoso semblante de hada nunca cambia hechizos de seda que ondean tu cuerpo y como toque final lo que eres, tu forma de mujer, luna mía. Me elogio al verte en mis sueños cada noche y a través de mi ventana tu hermosura tu brillo excelso, magnifique, es tu brillo aquel que ilumina el camino de mi pluma el que modula mis trazos volviéndolos perfectos porque, Luna mía, has de saber que como el lobo aúlla en la noche mis versos aclaman tu presencia, Bella, bella luna, adoración de mi alma inspiración en corazón de poeta resplandor nocturno, astro celeste que tu luz no me abandone en tiempo de locura. Juan Ruiz

ATARDECER

Cae, cae el firmamento tras las montañas,
cae como gotas de suave rocío de madrugada, y la luz, se descompone en fragmentos titilantes que decoran el ennegrecido cielo al atardecer.
Sentada, tras hojas y hojas, ves caer el sol, no importa, princesa, su luz volverá y a través de tu ventana te acariciará, y las letras de tus libros iluminará.
Mira muy bien el horizonte, pues el atardecer escarlata te coquetea, mira el guiño del rojo sol esconderse, míralo enamorarse de ti mientras se aleja.
Cae la noche princesa, prepárate a dormir pues la luna, las estrellas, la noche, están prestas a arrullarte con susurros hasta verte de nuevo en otro atardecer.
JUAN RUIZ

DIME QUE NO

Dime que no, cuando el reloj marque las doce
dime que no, cuando tengas que irte,
dime que no en tiempo de soledad, 
dime que no en tiempo de locura.

Cuando sea el momento, dime que no
antes de preguntar dime que no,
antes de llorar no preguntes porque, 
sólo dime que no.

Que caiga el mismísimo diluvio,
que se apague la luz de la luna,
que no existan las estrellas
pero dime que no.

Dime que no, aunque sufra la tristeza
dime que no aunque hayan lágrimas por correr,
dime que no en la semana
dime que no cuando te ame.

Dime que no en Enero,
dime que no, en Septiembre
dime que no todo el año,
pero te querré por siempre.

Juan Ruiz

Me gustaría saberlo

En la dulzura de la noche, En lo incierto del futuro En el sinsabor del día En la ausencia de felicidad, Toma mi mano de repente Esta auster...