sonreías mientras mirabas la luna en tu ventana,
me encantaba siempre ver tu sonrisa, tan sincera
y a través de los empolvados cristales
tu imagen se volvía tersa, suave.
Sonreías, al acercarte a la puerta
y ver la soledad frente a ella
saber que allí no había sino silencio,
pero tu sonrisa llenaba el espacio.
Sonreías, al empacar tus maletas
y dejando atrás todos tus sueños
sonreías sin verme morir
sonreías, muy muy cruelmente.
Te alejabas mientras te veía
y en tus labios dibujabas la sonrisa
esa que un día tanto amé
y que ahora me mataba lentamente.
Y así fue que perdí mi corazón
pues le vi irse tras tu sonrisa
esa que dibujé en mis pensamientos
esa que dibujé en mis sueños.
Sonreías, aún en la foto de mi mesa
enmarcada por doradas piezas de aluminio
sonreías aún en los trozos de vidrio
que cayeron al suelo con mi cuerpo.
Y en las sombras del limbo
dibujé de nuevo tu sonrisa
y con ella todo tu carisma
y aún en la muerte, tu sonrisa, tu sonrisa.
JUAN RUIZ
viernes, 6 de septiembre de 2013
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