Podríamos compartir una gota de lluvia,
ahora que la tarde está tan fría,
sentir tu rostro empapado,
tus mojados labios de cristal,
podría ver tus ojos y tus perlas blancas
mientras el cielo llora de felicidad,
recorrer en bicicleta los suburbios,
tomarnos de la mano sin importar el tráfico,
que la lluvia arrastre a la gente a las alcantarillas
y quedemos sólo tu y yo, y el cielo gris.
Compartamos la melodía del diluvio,
acompañada de mi guitarra y mi canción,
quisiera besarte tan pronto la lluvia comience a empaparnos,
o por qué no, besarte apenas empiece a llover,
acariciar tu pelo embadurnado con agua,
y perderme infinitamente en el parpadeo,
de los charcos que reflejan nuestro amor.
Que los perros ladren a los truenos que pasan,
esos mismos truenos que nos saludan,
que nos ven besándonos, se sonrojan y se van.
Te veo al natural, y al natural te siento,
te ves tan natural como la lluvia,
te siento tan natural como ella misma,
y te amo tan naturalmente,
como cuando naturalmente me enamoras a diario.
La lluvia te enamora, eso lo sé,
quisiera ser lluvia y poder lloverte a diario,
y verte empapada al natural como me gustas.
A Ella
Nayeth Dalí
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